lunes, 8 de diciembre de 2008

La historia del Cabir y Darha (episodio II)

Cabir y Darha ya habían llegado a la cima del monte Tiuc otra vez, cazaron como de costumbre, pero esta vez, pasaría algo diferente, algo que iba a cambiar el rumbo de sus vidas.



Darha seguía el rastro de su presa, cuando de repente algo llamó su atención, Cabir también lo percibió, se trataba de un sonido que venía debajo de la tierra. Darha dio un giro y se escabullo detrás de un tronco, Cabir la siguió, se sorprendió al ver que cerca del tronco había una mancha de sangre, decidió entrar por el agujero por el cual había entrado Darha. Del otro lado había una cueva pequeña, tenía buena temperatura y estaba bien aireada, sin embargo se percibía un olor muy raro allí dentro, Cabir fue hasta el fondo de la cueva para descubrir el cuerpo muerto de una loba.

-¡pobre loba!- exclamó Cabir, él tenía un profundo amor a los animales y sobre todo a los cazadores como él, sé que parece contradictorio, pero Cabir era un ser tan natural y la vez tan humano, que se podría considerársele como una perfecta unión entre las dos.



De repente, se escucho un pequeño gemido y un pequeño hocico salió de debajo del cadáver de la loba, se trataba de su cachorro. Cabir y Darha se miraron.

-Pero, cómo es posible que sobreviviese-

El cachorro de la loba se levantó su hocico percibiendo el olor de los dos extraños, Darha acercó su hocico al cachorro y este sacó una pequeña lengüecita y le lamió la punta de la nariz. Cabir presenció la escena y se le partió el corazón, así que decidió llevarse al cachorro, lo cogió en brazos y se le quedó mirando...

-Te llamarás..., Seck.-



Cabir y Darha se exaltaron al oír unos estridentes ruidos, salieron rápidamente de la cueva para prever cualquier peligro. Detrás de ellos el cuerpo de la loba empezó a flotar e iluminarse.

Cabir miró al agujero que conducía a la cueva, de donde salía una luz brillante, de repente la tierra tembló y la luz se extinguió. Se apresuraron al interior de la cueva para descubrir que el cuerpo de la loba no estaba.



Mientras tanto en el bar de la aldea un hombre de barba blanca, alto y fornido; preguntaba por si los habitantes de la zona habían escuchado ruidos extraños o si había pasado algo fuera de lo normal en la aldea. Nadie supo darle razón, hasta que un campesino se le acerco y le dijo:

-Tienes que ayudarme si eres quien pienso que eres, ¿Te envió tu padre, verdad?-

-¿Cómo te llamas?- le preguntó nuestro hombre misterioso al campesino

-Me llamo Taupi, pero mis amigos me dicen Tau, y tú, ¿cómo te llamas?-

-Me llamo Giochi; y sí me envió mi padre-

Los dos charlaron de unos rugidos que se escuchaban en la parte alta de la montaña, ya que este campesino vivía más alejado del pueblo. Tau le comentó que se le habían desaparecido unas cuantas cabezas de ganado y que sólo había encontrado una mancha de sangre en el suelo.



Cabir llevaba a Seck en su espalda, envuelto en una piel, Darha corría a su lado; ellos estaban huyendo de unas sombras que los perseguían, se movían rápido. Cabir y Darha se miraron un instante mientras se corrían montaña abajo.

Darha, sepárate!, ve por el río y nos encontramos en el árbol gigante-

Se separaron, mientras detrás de ellos se acercaban cada vez más las misteriosas sombras voladoras, dos fueron detrás de Darha y cinco, detrás de Cabir.



Cabir lanzó sus provisiones al aire y se quitó a dos sombras que estaban por cogerlo a él y a Seck.

Le seguían todavía tres más. Esquivó dos ataques, se paró en seco, dio un salto y cayó encima de una de esas cosas. Cayeron al suelo y pudo percibir como la sombra era en realidad una criatura con unos colmillos como un tigre dientes de sable, pero podía andar a dos pies y tenía aspecto de persona más que de animal. Cabir intentó de hablar con la criatura, pero esta rugió y dio un salto encima de Cabir, empezaron a luchar; puñetazos y garras, patadas y colmillos, era una pelea muy igualada, los dos parecían reaccionar casi anticipándose a los movimientos del otro. Cabir logró encajarle un golpe con el codo en la cabeza de la bestia, le dio con toda su fuerza, esta cayó inconsciente, pero había herido a Cabir. De repente dos voces se escucharon en el fondo:



-¡Felicitaciones, has logrado matar al inepto del grupo!-

Cabir regresó a ver para descubrir que había dos bestias más detrás de él. Se parecían al que había matado, les dijo:

Dejarnos en paz!, no saben con quien se han metido-

Las bestias rieron. -Te dejaremos si nos das a ese asqueroso cachorro-

-¡No!, si quieren a Seck, tendrán que matarme primero-

Las bestias volvieron a reír. -Humanos. Tan simples y torpes como siempre, pero esta vez no se saldrán con la suya-

Los tres se miraron, el tiempo parecía que iba más lento, el corazón de Cabir latía con fuerza. Las dos bestias se lanzaron a Cabir, mientras una le intentaba de arrebatar al cachorro la otra bestia intentaba de morderle la cara; Cabir logró cogerle por las mandíbulas, le arrancó un colmillo y se lo clavó en el ojo, la bestia aulló del dolor. Agarró a la otra y la lanzó contra los arboles, de repente llegaron dos bestias más y empezaron a devorar el cadáver de su compañero.

-Genial, ahora si que vamos a jugar, venga gatitos, atacarme si podéis-

Cabir se lanzó encima de uno de ellos, el otro continuaba devorando el cadáver. La bestia desgarró las prendas del pecho de Cabir y le lastimó seriamente, la bestia lo levantó y lo arrojó lejos. Cabir dejó al cachorro a un lado y devolvió un ataque, la bestia logró esquivarle y lo lanzó al suelo, Cabir ya no tenía fuerzas cuando de repente algo le quitó a la bestia de encima, era Darha. A pesar de ello, a Cabir le cayó otra bestia de esas encima; logró quitársela de encima con un golpe, pero llegaron dos bestias más, las que perseguían a Darha. Se abalanzaron sobre Cabir encajando en él sus colmillos; Cabir grito de dolor.



Darha logró arrancar el brazo a una de las bestias, pero otra le dio un puñetazo por detrás; Darha cayó al suelo delante de los ojos de Cabir, otra de las bestias se fijó en el cachorro. Cabir agarró por el cuello con sus brazos a las dos bestias que le tenían sujeto y se abalanzó sobre la que iba a matar a Darha. Luego, se interpuso entre la bestia que quería matar al cachorro y este; Cabir recibió las garras de la bestia en la pierna, luego le encajó una patada y esta le soltó. Cogió al cachorro y a Darha y echo a correr, pero no sirvió de nada; seis sombras le cortaron el camino y aunque dos de esas bestias estuviesen gravemente heridas, Cabir sólo se sostenía en pie por Darha y Seck, ya no podía más, pero saco fuerzas y se enfrentó a las seis sombras, él estaba gravemente herido y lo que en realidad hacia era retrasar la muerte de los tres.



Un fuerte sonido agudo y un olor a quemado hicieron que las bestias saliesen huyendo. Se trataba de Giochi, que logró espantar a las bestias justo a tiempo.





[CONTINUARÁ...]

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