Casi no me lo pude ceer cuando mi suegra me estaba contando que en los encuentros de las juventudes católicas en pleno agosto, justo antes de la llegada del Papa a Madrid (ese es otro laaaaaaargo tema) dos jóvenes habían sido llevados a Hospital de Navarra para ser atendidos, uno por herida de asta de toro pero no cuanquier toro, no; uno de los que pertenece al monumento que se encuentra en la Avenida Carlos III en Pamplona; al parecer como todos al ver ese monumento nos surge el hacer un poco el cabra y subirnos y sacarnos una foto pensando en colgarla luego en alguna red social y que los amigos hechen unas risas, pero justo en ese momento la fatalidad del destino: un resbalón tonto y el joven católico se autocorneó y el otro muy solidariamente para que su amigo no se encuentre solo en urgencias al ver la sange se desmayó y se precipitó a besar el suelo.
Todo esto acaba con la típica llamada de mediados de fiestas en San Fermín:
- Buenas dos ambulancias a Calos III, motivo; herida de asta te monumento de toro y contusionado.
- ???
Soy enfermero y me puedo imaginar las risas de las enfermeras y médicos del hospital.
Como conclusión... matamos a la estatua???... o si algún día vamos a Pamplona, no hagamos el tonto en estatuas y menos en las de los toros que dan para chistes fáciles.
No hay comentarios:
Publicar un comentario